

También estaban en crecimiento las economías de Nigeria, Sudáfrica, Chad, Níger, Burkina Faso y Etiopía. Había también en nuestro continente repúblicas con un subsuelo muy rico pero cuyas economías apenas crecían o incluso estaban en recesión como las de Zimbabwe, R.D. del Congo y República del Congo.
Desde el año 2000 el crecimiento de nuestra economía es comparable al crecimiento y consolidación que experimentó el pueblo chino desde los años 70 hasta nuestros días. Nigeria es el centro económico más importante del continente con una población de 213 millones de personas, seguido de Sudáfrica que mantiene también una enorme vitalidad. En la región norte tenemos también países con grandes reservas de petróleo y gas, como Egipto, Argelia o Libia.
Nuestro mercado ofrece una rica variedad de servicios y actividades: industria, agricultura, minería, transporte, electrificación, carreteras y servicios de ferrocarril y otras infraestructuras. Todas estas oportunidades hacen del mercado africano el más prometedor del mundo.
Debemos también valorar el crecimiento de su población: hoy el continente africano alberga a 1.300 millones de habitantes, con un aumento de natalidad del 4%. En circunstancias normales África tendrá una población de 2.500 millones el año 2050. Es natural que nuestro mercado sea la manzana más codiciada para las grandes potencias económicas del planeta: UE, Rusia y en especial USA y China.
Invasión China
Los políticos chinos, desde hace varias décadas, descubrieron la importancia del mercado africano y lo han cultivado con esmero. El comercio chino con África es hoy cuatro veces superior al de Estados Unidos, que lleva muchos más años comerciando con el continente negro. China ha sido el mayor socio comercial de África durante 12 años, aunque la pandemia Covid-19 ha frenado un poco su enorme actividad comercial.
Con motivo de la pandemia el presidente chino Xi Jinping se reunió en video-conferencia con los líderes africanos prometiéndoles luchar «juntos» para superar el virus. Xi prometió que cuando China consiguiera su vacuna contra la Covid-19, los países africanos estarían entre los primeros en beneficiarse. Desde el año 2020 China suministra a 50 países africanos 30 millones de kits para pruebas, 10 mil respiradores y 80 millones de mascarillas cada mes.
Ha creado 25 zonas de cooperación económica y comercial con 16 naciones africanas, atrayendo a más de 723 empresas con una inversión total de 735 millones de dólares. Su inversión total en África en los primeros siete meses del año 2021 fue de 2,7 mil millones de dólares. La mayor cantidad se invirtió en el sector de servicios; la inversión en subsectores como la investigación científica y servicios tecnológicos, transporte, almacenamiento y servicios postales está en auge desde el año 2020.
El comercio de África con China ha seguido aumentando y supera el 21% de su comercio global. El gobierno chino calcula que en los próximos 12 años el intercambio comercial entre China y África alcanzará los
300.000 millones de dólares.
Unos pocos países africanos, sin embargo, se están replanteando su relación con China e incluso revisando o suspendiendo sus contratos con empresas chinas, debido a las condiciones de trabajo precarias y a la falta de trasparencia: La Corte Suprema de Kenia suspendió en julio del 2020 un contrato entre su nación y China por valor de más de 3.000 millones de dólares. Ghana rechazó el año pasado un contrato por 236 millones de dólares.
Estados Unidos busca también nuestro mercado
Durante los dos términos de presidencia de Obama el interés de su gobierno por el mercado africano se mantuvo vivo, pero sin demasiado esfuerzo por mejorarlo. La presidencia de Trump fue un paréntesis de total olvido de África, fiel a su slogan «América first», el gobierno USA descuidó sus relaciones comerciales con nuestro continente. Rusia por su parte, desde su invasión a Ucrania, ha quedado muy aislado y bastante alejado de sus compromisos con África.
Ahora la Administración de Joe Biden considera nuestro continente como «actor geopolítico clave» e intenta relanzar su influencia y neutralizar la presencia rusa y china en el mercado africano.
Del 13 al 15 de diciembre del 2022 Washington acogió una importante «Cumbre EE.UU. – África» con asistencia de 49 líderes africanos. Luego de muchos años de abandono del continente, Kamala Harris inauguró el encuentro resaltando el interés de su gobierno para ayudar a la joven población africana. Prometió 100 millones de dólares para expandir la iniciativa «Jóvenes Líderes Africanos». Dijo también que el banco americano de Exportaciones-importaciones liberaría 1.000 millones de dólares destinados a nuevos proyectos de financiación en África.
Curiosamente entre los líderes presentes en la Cumbre estaba el presidente de Angola, que es importante receptor de inversiones chinas y que incluso evalúa permitir al gigante asiático abrir en su territorio una de sus bases navales.
Un nuevo paso en su intento de relanzar su influencia en el mercado africano ha sido la visita de 2 semanas de Janet Yellen, secretaria del Tesoro, a Senegal, Zambia y Sudáfrica este mismo año 2023. Durante su visita se ha reunido con personal gubernamental y del sector privado para hablar de energía, seguridad alimentaria e inversiones en infraestructuras. En diciembre Joe Biden habló de acuerdos comerciales y de inversiones bilaterales de más de 15.000 millones de dólares, este viaje de su secretario del Tesoro confirma que Estados Unidos está totalmente comprometido con el futuro de África.
«Creemos que el crecimiento de África será un motor clave del crecimiento mundial en las próximas décadas», declaró a la prensa un alto cargo del Tesoro de EEUU. «Las empresas estadounidenses que invierten en África significan puestos de trabajo y oportunidades para una creciente clase media, y nuevos mercados y clientes para las empresas estadounidenses». Los mismos días en los que la economista americana visitaba las tres repúblicas africanas, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Qin Gang, visitó también cinco países del mismo continente.
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También estaban en crecimiento las economías de Nigeria, Sudáfrica, Chad, Níger, Burkina Faso y Etiopía. Había también en nuestro continente repúblicas con un subsuelo muy rico pero cuyas economías apenas crecían o incluso estaban en recesión como las de Zimbabwe, R.D. del Congo y República del Congo.
Desde el año 2000 el crecimiento de nuestra economía es comparable al crecimiento y consolidación que experimentó el pueblo chino desde los años 70 hasta nuestros días. Nigeria es el centro económico más importante del continente con una población de 213 millones de personas, seguido de Sudáfrica que mantiene también una enorme vitalidad. En la región norte tenemos también países con grandes reservas de petróleo y gas, como Egipto, Argelia o Libia.
Nuestro mercado ofrece una rica variedad de servicios y actividades: industria, agricultura, minería, transporte, electrificación, carreteras y servicios de ferrocarril y otras infraestructuras. Todas estas oportunidades hacen del mercado africano el más prometedor del mundo.
Debemos también valorar el crecimiento de su población: hoy el continente africano alberga a 1.300 millones de habitantes, con un aumento de natalidad del 4%. En circunstancias normales África tendrá una población de 2.500 millones el año 2050. Es natural que nuestro mercado sea la manzana más codiciada para las grandes potencias económicas del planeta: UE, Rusia y en especial USA y China.
Invasión China
Los políticos chinos, desde hace varias décadas, descubrieron la importancia del mercado africano y lo han cultivado con esmero. El comercio chino con África es hoy cuatro veces superior al de Estados Unidos, que lleva muchos más años comerciando con el continente negro. China ha sido el mayor socio comercial de África durante 12 años, aunque la pandemia Covid-19 ha frenado un poco su enorme actividad comercial.
Con motivo de la pandemia el presidente chino Xi Jinping se reunió en video-conferencia con los líderes africanos prometiéndoles luchar «juntos» para superar el virus. Xi prometió que cuando China consiguiera su vacuna contra la Covid-19, los países africanos estarían entre los primeros en beneficiarse. Desde el año 2020 China suministra a 50 países africanos 30 millones de kits para pruebas, 10 mil respiradores y 80 millones de mascarillas cada mes.
Ha creado 25 zonas de cooperación económica y comercial con 16 naciones africanas, atrayendo a más de 723 empresas con una inversión total de 735 millones de dólares. Su inversión total en África en los primeros siete meses del año 2021 fue de 2,7 mil millones de dólares. La mayor cantidad se invirtió en el sector de servicios; la inversión en subsectores como la investigación científica y servicios tecnológicos, transporte, almacenamiento y servicios postales está en auge desde el año 2020.
El comercio de África con China ha seguido aumentando y supera el 21% de su comercio global. El gobierno chino calcula que en los próximos 12 años el intercambio comercial entre China y África alcanzará los
300.000 millones de dólares.
Unos pocos países africanos, sin embargo, se están replanteando su relación con China e incluso revisando o suspendiendo sus contratos con empresas chinas, debido a las condiciones de trabajo precarias y a la falta de trasparencia: La Corte Suprema de Kenia suspendió en julio del 2020 un contrato entre su nación y China por valor de más de 3.000 millones de dólares. Ghana rechazó el año pasado un contrato por 236 millones de dólares.
Estados Unidos busca también nuestro mercado
Durante los dos términos de presidencia de Obama el interés de su gobierno por el mercado africano se mantuvo vivo, pero sin demasiado esfuerzo por mejorarlo. La presidencia de Trump fue un paréntesis de total olvido de África, fiel a su slogan «América first», el gobierno USA descuidó sus relaciones comerciales con nuestro continente. Rusia por su parte, desde su invasión a Ucrania, ha quedado muy aislado y bastante alejado de sus compromisos con África.
Ahora la Administración de Joe Biden considera nuestro continente como «actor geopolítico clave» e intenta relanzar su influencia y neutralizar la presencia rusa y china en el mercado africano.
Del 13 al 15 de diciembre del 2022 Washington acogió una importante «Cumbre EE.UU. – África» con asistencia de 49 líderes africanos. Luego de muchos años de abandono del continente, Kamala Harris inauguró el encuentro resaltando el interés de su gobierno para ayudar a la joven población africana. Prometió 100 millones de dólares para expandir la iniciativa «Jóvenes Líderes Africanos». Dijo también que el banco americano de Exportaciones-importaciones liberaría 1.000 millones de dólares destinados a nuevos proyectos de financiación en África.
Curiosamente entre los líderes presentes en la Cumbre estaba el presidente de Angola, que es importante receptor de inversiones chinas y que incluso evalúa permitir al gigante asiático abrir en su territorio una de sus bases navales.
Un nuevo paso en su intento de relanzar su influencia en el mercado africano ha sido la visita de 2 semanas de Janet Yellen, secretaria del Tesoro, a Senegal, Zambia y Sudáfrica este mismo año 2023. Durante su visita se ha reunido con personal gubernamental y del sector privado para hablar de energía, seguridad alimentaria e inversiones en infraestructuras. En diciembre Joe Biden habló de acuerdos comerciales y de inversiones bilaterales de más de 15.000 millones de dólares, este viaje de su secretario del Tesoro confirma que Estados Unidos está totalmente comprometido con el futuro de África.
«Creemos que el crecimiento de África será un motor clave del crecimiento mundial en las próximas décadas», declaró a la prensa un alto cargo del Tesoro de EEUU. «Las empresas estadounidenses que invierten en África significan puestos de trabajo y oportunidades para una creciente clase media, y nuevos mercados y clientes para las empresas estadounidenses». Los mismos días en los que la economista americana visitaba las tres repúblicas africanas, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Qin Gang, visitó también cinco países del mismo continente.