
LOM 1186 Abril de 2025
LOM 1186 Abril de 2025
LOM 1185 Marzo de 2025
LOM 1184 Febrero de 2025
LOM 1183 Enero de 2025
LOM 1181 Noviembre de 2024
LOM 1182 Diciembre de 2024
LOM 1180 Octubre de 2024
LOM 1179 Agosto-Septiembre 2024
LOM 1178 Julio de 2024
LOM 1177 Junio de 2024
LOM 1176 Mayo de 2024
LOM 1175 Abril de 2024
LOM 1174 Marzo de 2024
LOM 1173 Febrero de 2024
LOM 1172 Enero de 2024
LOM 1171 Diciembre de 2023
LOM 1170 Noviembre de 2023
LOM 1169 Octubre de 2023
LOM 1168 Agosto-Septiembre de 2023
LOM 1167 Julio de 2023
LOM 1166 Junio de 2023
LOM 1165 Mayo de 2023
LOM 1164 abril 2023
LOM 1162 Febrero de 2023
LOM 1161 Enero de 2023
LOM 1160 Diciembre 2022
LOM 1159 Noviembre 2022
LOM 1158 octubre 2022
LOM 1157 agosto 2022
LOM 1156 Julio de 2022
LOM 1155 Junio de 2022
LOM 1154 Mayo de 2022
LOM 1153 Abril de 2022
LOM 1152 Marzo de 2022
LOM 1151 Febrero de 2022
LOM 1150 Enero de 2022
LOM 1142 abril 2021
LOM 1141 marzo 2021
LOM 1140 febrero 2021
LOM 1139 enero 2021
Los días 31 de enero al 5 de febrero, el Papa Francisco realizó su 40º viaje apostólico, esta vez a tierras africanas, al Congo y Sudán del Sur. Un viaje que respondía a un gran deseo del Santo Padre en seguir acompañando a estos países tan azotados por las guerras y los conflictos internos. En un principio, el viaje estaba programado para el mes de julio de 2022, pero no fue posible realizarlo por las condiciones físicas del Santo Padre. Estos viajes suponen un gran esfuerzo físico y el Papa Francisco prefirió enviar a su Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, que llevó a estos pueblos el mensaje de paz del sucesor de Pedro.
Esta vez el Papa Francisco, a pesar de seguir con sus dolencias físicas, ha querido hacerse presente físicamente en estos países para no abandonar el proceso de acompañamiento que la Santa Sede está realizando para consolidar la paz y la convivencia, especialmente en Sudán del Sur, país que está sufriendo un conflicto interno intenso y violento desde los últimos años del siglo XX.
Una de las imágenes de este Pontificado será, sin duda, aquél encuentro que reunió a varios representes del Sudán del Norte y del Sur en la residencia papal en abril de 2019. Al final del encuentro, Francisco fue arrodillándose delante de cada representante y les besó los pies, como gesto de paz. Todos los presentes quedaron, como es lógico, sorprendidos y muy tocados interiormente por este gesto profético de Francisco.
Ellos han querido seguir dialogando y favoreciendo espacios de encuentro para consolidar un proceso de paz y de convivencia. Conocemos, por varios momentos históricos, que estos procesos son largos y complejos, que tienen sus momentos de encuentro, como la que hemos citado anteriormente, pero a la vez se generan tensiones y distanciamientos, especialmente a la hora de dar pasos concretos y determinan soluciones. Incluso, tristemente, intereses ocultos, movidos por motivaciones económicas, no favorecen que avancen las soluciones. África es un continente rico en recursos materiales y estos intereses marcan, lamentablemente, el desarrollo de los pueblos africanos.
En su encuentro con los representantes políticos del Sudán del Sur, Francisco alzó su grito de paz uniéndose «al grito de todo un pueblo, con gran dignidad, llora por la violencia que sufre, por la constante inseguridad, por la pobreza que lo golpea y por los desastres naturales que lo atormentan». Recordando con claridad y verdad los conflictos que atormentan a la población civil, Francisco alentó a las autoridades civiles y a todo el pueblo sudanés a seguir trabajando por la paz. «Es la hora de la paz», afirmó el Papa.
Ante la mirada seria de los dirigentes políticos, el Santo Padre les recordó que los hijos de esta tierra tomen las riendas de su futuro. Ellos, como todos los niños de este continente y del mundo, tienen derecho a crecer teniendo en sus manos cuadernos y juguetes, y no herramientas de trabajo y armas.