
LOM 1186 Abril de 2025
LOM 1186 Abril de 2025
LOM 1185 Marzo de 2025
LOM 1184 Febrero de 2025
LOM 1183 Enero de 2025
LOM 1181 Noviembre de 2024
LOM 1182 Diciembre de 2024
LOM 1180 Octubre de 2024
LOM 1179 Agosto-Septiembre 2024
LOM 1178 Julio de 2024
LOM 1177 Junio de 2024
LOM 1176 Mayo de 2024
LOM 1175 Abril de 2024
LOM 1174 Marzo de 2024
LOM 1173 Febrero de 2024
LOM 1172 Enero de 2024
LOM 1171 Diciembre de 2023
LOM 1170 Noviembre de 2023
LOM 1169 Octubre de 2023
LOM 1168 Agosto-Septiembre de 2023
LOM 1167 Julio de 2023
LOM 1166 Junio de 2023
LOM 1165 Mayo de 2023
LOM 1164 abril 2023
LOM 1163 Marzo de 2023
LOM 1162 Febrero de 2023
LOM 1161 Enero de 2023
LOM 1160 Diciembre 2022
LOM 1159 Noviembre 2022
LOM 1158 octubre 2022
LOM 1157 agosto 2022
LOM 1156 Julio de 2022
LOM 1155 Junio de 2022
LOM 1154 Mayo de 2022
LOM 1153 Abril de 2022
LOM 1152 Marzo de 2022
LOM 1150 Enero de 2022
LOM 1142 abril 2021
LOM 1141 marzo 2021
LOM 1140 febrero 2021
LOM 1139 enero 2021
Los que disponemos de dispositivos móviles observamos que durante las fiestas de Navidad y comienzo del nuevo año recibimos un gran número de felicitaciones y mensajes ilustrativos que llenan, con rapidez, la memoria de estos dispositivos.
Durante varios días, he ido borrando la mayoría de este material gráfico, pero hay un vídeo que lo guardo con especial cariño. No dispongo de su ubicación exacta pero los elementos que aparecen en ella me sirven para escribir esta carta saludo.
La grabación consiste en un vídeo de felicitación donde un grupo numerosos de niños africanos entonan una canción navideña conocida, mientras amagan tocar instrumentos musicales, que en la realidad son objetos casi obsoletos. Las voces son auténticas y muestran la gran capacidad musical que tienen estos niños.
Me fijo en sus rostros que reflejan una verdadera alegría no solo por lo que significa ser protagonistas de una grabación (aun siendo “casera”) sino cómo pronuncian las palabras del reportorio musical. Realmente, estos niños transmiten con sus voces el gran mensaje que nos trae Jesús.
He reproducido varias veces el vídeo y, creo, seguiré viéndole unas cuentas veces. Estos niños me han hecho reflexionar de nuevo, que la verdadera felicidad no consiste en disponer de muchas cosas materiales sino gozarse en la sencillez de la vida y de las cosas. Siempre decimos que cuando visitamos una misión como ésta, nos llama la atención lo felices que son la mayoría, aun viviendo en la máxima pobreza.
Estos niños pobres valoran mucho lo poco que tienen compartiendo con los demás para que todos puedan gozar de la vida. Son muy conscientes de que carecen de muchas cosas, pero ello no les roba lo que realmente hace feliz a una persona, tener un gran corazón.
Compartiendo la alegría, como se muestra en este vídeo, la vida se hace más llevadera y genera oportunidades para que ésta sea más digna. ¡Cuánto nos enseñan los pobres! Esta imagen contrasta mucho con lo que observo después en mi entorno: tiendas y grandes almacenes repletas de personas que cargan bolsas llenas de productos que, en la mayoría de los casos, no los necesitan. Observo, a estas personas, otras miradas muy distintas a la de los niños africanos. Veo personas solas, tristes, con miradas casi perdidas y sacando la tarjeta de crédito como un elemento que les da seguridad de vida.
Estos niños africanos están lejos; los otros los tengo cerca. A los niños les envío, un mensaje de gratitud, por la alegría que transmiten con sus bailes y cánticos. Y a los que tengo cerca, les invito a que reflexionen si realmente en el poseer de las cosas están encontrando la felicidad.