Hay lugares donde enfermarse no es solo un problema de salud, sino un riesgo para la vida. Lugares donde el dolor físico se cruza con el abandono social.
En esos rincones, como las zonas más vulnerables de los distritos de El Cercado y El Agustino en Lima aun siendo distritos de la capital del país, donde la pobreza estructural niega derechos básicos y la salud pública apenas alcanza a cubrir emergencias, ser atendido por un médico o recibir un medicamento son hechos muy aislados. Es precisamente en estos lugares donde la empatía, la solidaridad organizada y la acción comprometida marcan la diferencia.
A inicios del mes de julio, OSCAR DE PERÚ participó en el desarrollo de una campaña de salud que buscó atender a las personas en situaciones de precariedad y pobreza donde uno de los grupos principalmente atendidos fueron los apadrinados que forman parte del programa de «Hermanamientos Familiares» que viene siendo gestionado por La Obra Máxima.
Este esfuerzo no es aislado, forma parte de un modelo profundo de acompañamiento humano: el programa de apadrinamiento, en el que una familia española decide vincularse, desde la distancia, pero con el corazón, a una familia peruana. A través de la gestión solidaria de La Obra Máxima, se construye un puente de amor y corresponsabilidad. No se trata solo de ayuda económica, sino de una relación de respeto, compromiso y transformación.
Y ahora, este abanico de atenciones se fortalece con algo fundamental, la atención a la salud de las personas y la promoción de la salud preventiva.
La atención oportuna es un factor determinante para evitar que enfermedades tratables evolucionen hacia estados crónicos o irreversibles, especialmente en contextos de alta vulnerabilidad social como son los asentamientos humanos de los distritos de El Cercado y El Agustino, en la ciudad de Lima. Esta campaña no solo brindó un alivio inmediato a la población, sino que también cumplió una función esencial en términos de prevención y educación en salud, al acercar servicios que usualmente están fuera del alcance de las familias por razones económicas, geográficas o administrativas, pero además recibieron medicamentos de manera gratuita, lo cual les es muy beneficioso, porque no todos cuentan con los medios económicos, así mismo, en esta temporada donde las lluvias y las bajas temperaturas influyen en el aumento de enfermedades respiratorias.
Es importante mencionar que esta experiencia tiene el potencial de convertirse en un motor de movilización comunitaria, despertando en la población la conciencia de que el cuidado de la salud no debe ser un privilegio, sino una responsabilidad compartida.
Al generar espacios de encuentro, diálogo y aprendizaje, esta campaña de salud sienta las bases para que las comunidades en mención, se organicen de manera autónoma, exijan políticas públicas inclusivas y construyan redes de apoyo que fortalezcan su capacidad de respuesta ante futuros riesgos sanitarios.
La campaña de salud, no solo permitió acercar a los profesionales de la salud a las personas con serios problemas de salud, sino que también logró aliviar en gran parte la curación a sus dolencias. Fue decirle al niño con fiebre que no está solo, a la madre gestante que su vida importa, al adulto mayor que aún hay quien se preocupa por su bienestar.
Especialistas en medicina general, pediatría, ginecología, odontología, oftalmología y nutrición ofrecieron atención de calidad, con sensibilidad y cercanía. Se realizaron exámenes de laboratorio, pruebas de VIH, TBC, despistajes de anemia, vacunación y desparasitación. A cada paciente se le entregaron medicamentos gratuitos y kits de higiene. Pero lo más valioso fue la siembra de conocimientos: se realizaron charlas educativas sobre salud sexual, higiene, nutrición y prevención de enfermedades.
Esta campaña no solo atendió enfermedades, sino que también restauran derechos, tejen vínculos sociales y fortalecen el capital comunitario, porque cuando una comunidad accede a salud preventiva, rompe con la lógica de la urgencia y empieza a construir una cultura del cuidado colectivo.
Medicina General
Fue una de las especialidades más solicitadas, para ello, se implementó una ruta de atención integral que iniciaba con el servicio de triaje, seguido por la toma de exámenes de laboratorio (como hemoglobina, pruebas rápidas de VIH y TBC), para finalmente acceder a la consulta. Este enfoque permitió que el personal médico contara con información clínica preliminar antes de la evaluación, facilitando diagnósticos más certeros y decisiones terapéuticas mejor fundamentadas. Es importante mencionar que todas las personas atendidas lograron acceder a medicamentos de manera gratuita.
Pediatría
El servicio de pediatría fue uno de los más relevantes dentro de la campaña, debido a la alta presencia de niñas y niños en los asentamientos humanos donde intervenimos. Esta especialidad fue especialmente solicitada por madres y cuidadores, quienes encontraron en la campaña una oportunidad para atender dolencias, malestares y dudas respecto al desarrollo y estado nutricional de sus hijos e hijas, aspectos que muchas veces no son abordados por falta de recursos o largas esperas en los establecimientos de salud pública. La atención pediátrica no solo respondió a necesidades clínicas, sino que también generó un espacio de orientación y acompañamiento para las familias, fortaleciendo el vínculo entre salud infantil y bienestar familiar, y promoviendo una cultura de prevención desde las primeras etapas de la vida.
Ginecología y obstetricia
El servicio de ginecología y obstetricia fue de especial importancia durante la campaña, especialmente considerando que las zonas de donde proviene los apadrinados son zonas con alta presencia de mujeres en edad fértil, gestantes y madres jóvenes, muchas de las cuales enfrentan barreras económicas, culturales y estructurales para acceder a controles médicos regulares. Asimismo, se ofrecieron exámenes de Papanicolaou a mujeres mayores de 25 años, con el objetivo de detectar posibles lesiones precancerosas y promover el diagnóstico temprano del cáncer de cuello uterino, una enfermedad altamente prevenible si se detecta a tiempo.
Odontología
El servicio de odontología general y odontología pediátrica respondió una necesidad urgente en las comunidades donde se evidencian graves carencias en salud bucal, especialmente entre la población infantil, donde muchos niños y niñas no tienen incorporados hábitos adecuados de higiene dental ni acceso regular a controles odontológicos. Esta situación expone a los menores a enfermedades bucales crónicas como caries, gingivitis y pérdida prematura de piezas dentales.
Como parte de la atención pediátrica, se realizó además un proceso de fluorización a todos los niños y niñas asistentes, con el fin de reforzar la protección contra las caries. De manera complementaria, se ofreció una charla educativa dirigida a madres, padres y cuidadores, donde se abordaron temas clave como la técnica correcta de cepillado, la alimentación saludable para una buena salud bucal y la importancia de las visitas periódicas al dentista. Esta intervención no solo brindó un alivio inmediato a problemas bucales existentes, sino que también cumplió una función preventiva y educativa de gran valor, especialmente en un contexto donde el acceso a servicios odontológicos suele estar relegado por la precariedad económica.
Por ello, esta campaña ha promovido la participación de actores clave, en especial de las personas que forman parte de la intervención de OSCAR DE PERÚ, donde el compromiso y la generosidad de las familias que apadrinan a través del programa de apadrinamiento gestionado por La Obra Máxima, sostienen con esperanza y solidaridad a cientos de familias peruanas. Gracias a su apoyo constante y desinteresado, no solo se entregan alimentos o útiles escolares: se construye un vínculo que trasciende fronteras y cambia vidas, demostrando que el amor al prójimo puede convertirse en una herramienta poderosa para sanar, proteger y transformar.
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Hay lugares donde enfermarse no es solo un problema de salud, sino un riesgo para la vida. Lugares donde el dolor físico se cruza con el abandono social.
En esos rincones, como las zonas más vulnerables de los distritos de El Cercado y El Agustino en Lima aun siendo distritos de la capital del país, donde la pobreza estructural niega derechos básicos y la salud pública apenas alcanza a cubrir emergencias, ser atendido por un médico o recibir un medicamento son hechos muy aislados. Es precisamente en estos lugares donde la empatía, la solidaridad organizada y la acción comprometida marcan la diferencia.
A inicios del mes de julio, OSCAR DE PERÚ participó en el desarrollo de una campaña de salud que buscó atender a las personas en situaciones de precariedad y pobreza donde uno de los grupos principalmente atendidos fueron los apadrinados que forman parte del programa de «Hermanamientos Familiares» que viene siendo gestionado por La Obra Máxima.
Este esfuerzo no es aislado, forma parte de un modelo profundo de acompañamiento humano: el programa de apadrinamiento, en el que una familia española decide vincularse, desde la distancia, pero con el corazón, a una familia peruana. A través de la gestión solidaria de La Obra Máxima, se construye un puente de amor y corresponsabilidad. No se trata solo de ayuda económica, sino de una relación de respeto, compromiso y transformación.
Y ahora, este abanico de atenciones se fortalece con algo fundamental, la atención a la salud de las personas y la promoción de la salud preventiva.
La atención oportuna es un factor determinante para evitar que enfermedades tratables evolucionen hacia estados crónicos o irreversibles, especialmente en contextos de alta vulnerabilidad social como son los asentamientos humanos de los distritos de El Cercado y El Agustino, en la ciudad de Lima. Esta campaña no solo brindó un alivio inmediato a la población, sino que también cumplió una función esencial en términos de prevención y educación en salud, al acercar servicios que usualmente están fuera del alcance de las familias por razones económicas, geográficas o administrativas, pero además recibieron medicamentos de manera gratuita, lo cual les es muy beneficioso, porque no todos cuentan con los medios económicos, así mismo, en esta temporada donde las lluvias y las bajas temperaturas influyen en el aumento de enfermedades respiratorias.
Es importante mencionar que esta experiencia tiene el potencial de convertirse en un motor de movilización comunitaria, despertando en la población la conciencia de que el cuidado de la salud no debe ser un privilegio, sino una responsabilidad compartida.
Al generar espacios de encuentro, diálogo y aprendizaje, esta campaña de salud sienta las bases para que las comunidades en mención, se organicen de manera autónoma, exijan políticas públicas inclusivas y construyan redes de apoyo que fortalezcan su capacidad de respuesta ante futuros riesgos sanitarios.
La campaña de salud, no solo permitió acercar a los profesionales de la salud a las personas con serios problemas de salud, sino que también logró aliviar en gran parte la curación a sus dolencias. Fue decirle al niño con fiebre que no está solo, a la madre gestante que su vida importa, al adulto mayor que aún hay quien se preocupa por su bienestar.
Especialistas en medicina general, pediatría, ginecología, odontología, oftalmología y nutrición ofrecieron atención de calidad, con sensibilidad y cercanía. Se realizaron exámenes de laboratorio, pruebas de VIH, TBC, despistajes de anemia, vacunación y desparasitación. A cada paciente se le entregaron medicamentos gratuitos y kits de higiene. Pero lo más valioso fue la siembra de conocimientos: se realizaron charlas educativas sobre salud sexual, higiene, nutrición y prevención de enfermedades.
Esta campaña no solo atendió enfermedades, sino que también restauran derechos, tejen vínculos sociales y fortalecen el capital comunitario, porque cuando una comunidad accede a salud preventiva, rompe con la lógica de la urgencia y empieza a construir una cultura del cuidado colectivo.
Medicina General
Fue una de las especialidades más solicitadas, para ello, se implementó una ruta de atención integral que iniciaba con el servicio de triaje, seguido por la toma de exámenes de laboratorio (como hemoglobina, pruebas rápidas de VIH y TBC), para finalmente acceder a la consulta. Este enfoque permitió que el personal médico contara con información clínica preliminar antes de la evaluación, facilitando diagnósticos más certeros y decisiones terapéuticas mejor fundamentadas. Es importante mencionar que todas las personas atendidas lograron acceder a medicamentos de manera gratuita.
Pediatría
El servicio de pediatría fue uno de los más relevantes dentro de la campaña, debido a la alta presencia de niñas y niños en los asentamientos humanos donde intervenimos. Esta especialidad fue especialmente solicitada por madres y cuidadores, quienes encontraron en la campaña una oportunidad para atender dolencias, malestares y dudas respecto al desarrollo y estado nutricional de sus hijos e hijas, aspectos que muchas veces no son abordados por falta de recursos o largas esperas en los establecimientos de salud pública. La atención pediátrica no solo respondió a necesidades clínicas, sino que también generó un espacio de orientación y acompañamiento para las familias, fortaleciendo el vínculo entre salud infantil y bienestar familiar, y promoviendo una cultura de prevención desde las primeras etapas de la vida.
Ginecología y obstetricia
El servicio de ginecología y obstetricia fue de especial importancia durante la campaña, especialmente considerando que las zonas de donde proviene los apadrinados son zonas con alta presencia de mujeres en edad fértil, gestantes y madres jóvenes, muchas de las cuales enfrentan barreras económicas, culturales y estructurales para acceder a controles médicos regulares. Asimismo, se ofrecieron exámenes de Papanicolaou a mujeres mayores de 25 años, con el objetivo de detectar posibles lesiones precancerosas y promover el diagnóstico temprano del cáncer de cuello uterino, una enfermedad altamente prevenible si se detecta a tiempo.
Odontología
El servicio de odontología general y odontología pediátrica respondió una necesidad urgente en las comunidades donde se evidencian graves carencias en salud bucal, especialmente entre la población infantil, donde muchos niños y niñas no tienen incorporados hábitos adecuados de higiene dental ni acceso regular a controles odontológicos. Esta situación expone a los menores a enfermedades bucales crónicas como caries, gingivitis y pérdida prematura de piezas dentales.
Como parte de la atención pediátrica, se realizó además un proceso de fluorización a todos los niños y niñas asistentes, con el fin de reforzar la protección contra las caries. De manera complementaria, se ofreció una charla educativa dirigida a madres, padres y cuidadores, donde se abordaron temas clave como la técnica correcta de cepillado, la alimentación saludable para una buena salud bucal y la importancia de las visitas periódicas al dentista. Esta intervención no solo brindó un alivio inmediato a problemas bucales existentes, sino que también cumplió una función preventiva y educativa de gran valor, especialmente en un contexto donde el acceso a servicios odontológicos suele estar relegado por la precariedad económica.
Por ello, esta campaña ha promovido la participación de actores clave, en especial de las personas que forman parte de la intervención de OSCAR DE PERÚ, donde el compromiso y la generosidad de las familias que apadrinan a través del programa de apadrinamiento gestionado por La Obra Máxima, sostienen con esperanza y solidaridad a cientos de familias peruanas. Gracias a su apoyo constante y desinteresado, no solo se entregan alimentos o útiles escolares: se construye un vínculo que trasciende fronteras y cambia vidas, demostrando que el amor al prójimo puede convertirse en una herramienta poderosa para sanar, proteger y transformar.

















