

P. Martín, en este tiempo que lleva como Definidor General para América Latina, ha podido visitar varios países para acompañar a nuestros hermanos. Usted es mexicano y ha trabajado, especialmente, en su país. ¿Cuál ha sido la primera impresión general que le ha causado la realidad de la Orden en América Latina?
Jesús contigo, fr. Jon Korta. A partir de septiembre del 2021 efectivamente he recibido la gracia de iniciar este servicio de acompañamiento al gobierno general de la Orden, y he podido acompañar al comisariato de Chile, la provincia de Brasil Sur, la delegación general de Venezuela y el comisarito de Perú.
Efectivamente soy fraile mexicano y he trabajado en la formación inicial, en el magisterio, aunque tuve la oportunidad de servir como prior un trienio en la comunidad de Alba de Tormes Salamanca de la provincia de Castilla.
Como impresión general de las visitas a la familia de Carmelo en América Latina me ha impresionado el proceso de debilidad numérica de las comunidades de hermanos y hermanas que se esfuerzan por seguir dando una respuesta en las diversas comunidades que sirven.
Uno de los países que está sufriendo las consecuencias de una inestabilidad política y social es Venezuela. Según varias agencias internacionales, millones de personas han abandonado el país en estos últimos años. ¿Cómo afecta esta situación a la vida de nuestra Delegación General?
La cuestión de la migración social efectivamente es una realidad dolorosa que lleva ya mucho tiempo que se ha ido dando, en una especie de tres grandes olas, empezando por la clase social más acomodada hacia abajo.
La migración afecta a la sociedad porque crea una ruptura en las familias, y como siempre los niños son los más afectados, quienes se sienten abandonados por sus padres, aunque se les explique que es por un tiempo, que es para buscar mejores condiciones de vida, ellos lo viven como abandono. Los abuelos son en general los que se quedan a cuidar de ellos. Por otra parte, trae el efecto de las remesas que ayudan al sostenimiento de la familia que se queda en Venezuela.
La familia carmelita de la Delegación, padece este fenómeno de manera directa en los miembros de los grupos pastorales; en los destinatarios del servicio pastoral y en la promoción vocacional.
Yo como migrante que viví ocho años de niño en Los Ángeles (California), les he bendecido y exhortado a seguir buscando formas creativas para incluir a los miembros migrantes, pues sin duda, que la pertenencia aporta una fuerza de sostenimiento cuando se vive fuera de la propia patria.
Afecta a las personas a favor de quienes se trabaja, en especial en la escuela primaria que está a cargo de la dirección de los frailes en la ciudad de Caracas, pues afrontan de primera mano el impacto de la migración en los niños y adolescentes. La respuesta de entrenamiento a los profesores, de acompañamiento es respuesta digna de apreciar y animar, pues los salarios que reciben están por debajo de un salario mínimo suficiente para cubrir sus necesidades.
Los efectos de la migración se afectan también a la promoción vocacional porque los jóvenes a quienes se acompaña, son personas que tienen que trabajar además de estudiar, para solventar sus estudios y ayudar a sus familias por lo cual les queda tiempo muy limitado para seguir un proceso de acompañamiento vocacional
Otro país que también requiere nuestra atención es Cuba donde el régimen actual ha llevado a la población a una situación de pobreza importante. En estos meses hemos leído que nuestras hermanas carmelitas tienen serias dificultades para conseguir trigo para la elaboración de formas. ¿Cómo ve allí la situación tanto del país como de la Orden?
Entrando ya en un análisis más específico de la vida de la Orden, observamos que en tiempos pasados hubo bastantes más frailes de la Orden que ahora: hacia el 1985 había unos 750 frailes, ahora hay unos 474 ¿Cuáles son los factores que están llevando a esta reducción?
Sí, es un hecho la disminución de frailes en América Latina, y las causas son falta de ingreso de candidatos, deserciones, exclaustraciones y defunciones.
Entre los varios factores que condicionan de manera limitante el descubrimiento y florecimiento de una vocación religiosa carmelitana que más se sienten en AL tenemos; aspectos económicos, familiares en especial la falta de una figura paterna, culturales en cuanto a falta de formación cristiana, una necesidad de seguridad que cristaliza en actitudes y mentalidades de quien ya cree saber lo que es ser fraile carmelita y no se está en disposición de ingresar en un proceso de transformación de ideas, actitudes, mentalidades, intereses.
Las diversas circunscripciones son sensibles a las carencias con que ingresan los candidatos y se incluyen en programa formativo, y respecto a la necesidad de promoción vocacional se dedican esfuerzos a la pastoral juvenil y vocacional, en algunas regiones afrontado junto con las descalzas y miembros de la OCDS como en Venezuela y Brasil Sur.
El tema de las deserciones de frailes tanto en la formación inicial como en los frailes recién profesos solemnes es realidad también dolorosa que está siendo objeto de reflexión, introspección, autoanálisis, para ajustar la formación inicial y el acompañamiento a los recién profesos. Algunas causas identificadas de deserciones son a nivel de las personas mismas, de los superiores, así como de las comunidades locales.
Cuando hablamos de las vocaciones también tenemos que abordar la formación inicial, tan importante en estos tiempos. ¿Cómo está organizada la formación inicial, a nivel de la Orden, en América Latina?
Las etapas de formación inicial están organizadas según nuestra Ratio Institutionis en aspirantado (realizado estando en casa de la familia), postulantado, noviciado, filosofado y teologado. A partir de ahí, se han realizado ajustes, con el deseo de atender los desafíos que presentan los jóvenes actuales en cuanto a desarrollo humano y formación cristiana:
En algunas circunscripciones el aspirantado se realiza en el convento, el postulantado incluye un tiempo de clases de desarrollo humano y cristiano, junto con la etapa del filosofado, después el noviciado y luego el teologado. Otra realidad creciente son las etapas de noviciado y teologado realizados de manera interprovincial, o de manera colaborativa.
En América Latina existe las CICLAS que reúnen a las circunscripciones de la Orden ¿Cómo están organizadas en la actualidad? ¿Qué países abarca cada una de ellas?
La Cicla (Conferencia Interregional Carmelitano-Teresiano para Latinoamérica) nacida en el 23 julio 1969, abarca las Cicla Norte (Provincias de México, Centro América, Delegación General de Venezuela y Comisariato de Caribe); Cicla Centro (Provincia de Colombia, Delegación Provincial de Ecuador y Comisariato de Perú); Cicla Sur (Delegación de Argentina, Comisariato de Chile, Provincia de Brasil Sur, Brasil Sureste y Vicariato regional de Uruguay-Paraguay-Bolivia).
En la última reunión de la Cicla en Ciudad de México en abril pasado se ha acordado dividir en comisiones: de comunicación, espiritualidad y pastoral, así como la creación de un equipo de reflexión teológica con dos frailes por circunscripción. Para dar continuidad a los encuentros y actividades de la Cicla; encuentros cicla regionales; monjas frailes; párrocos; hermanos religiosos laicos; Alacar (OCarm-OCD); encuentros de espiritualidad; formandos; Segundo Noviciado.
Leyendo las noticias que comparten nuestros hermanos, observamos con alegría que existe una relación muy fraterna entre los hermanos y las hermanas carmelitas descalzas. ¿Nos puede decir algo sobre esta situación? ¿Cómo están ellas a nivel vocacional?
La relación de los frailes con las monjas carmelitas descalzas es muy positiva, a nivel fraterno, de ayuda material mutua y formación continua. Cada circunscripción cuenta con un asesor, y los frailes que están establecidos en la misma ciudad en general son sus capellanes. Los monasterios de las monjas en general son dos o tres veces más que los conventos de frailes, por lo cual nace un desafío de atender a los monasterios que están ubicados en lugares más lejanos.
Respecto a cómo están las carmelitas descalzas tenemos que numéricamente también están en proceso de disminución si bien a un ritmo menor que al de los frailes.
Una realidad bella es que en varios monasterios de clausura hay espacios de proyectos sociales, como comedores públicos. Por ejemplo, las descalzas nazarenas del Perú que dan alimento diario para 500 personas.
Existe también buena relación con las monjas de constituciones del 1990 y de la tercera vía. En algunas regiones se ve cada vez mayor el paso hacia las constituciones del 1991.
No podemos olvidarnos de la Orden Seglar que tienen muchas comunidades y muy vivas en el continente Latinoamericano. ¿Qué piensa de ellas? ¿Qué papel deben jugar en la Evangelización de sus pueblos?
Los miembros de la OCDS que he tenido ocasión de conocer en las visitas es de personas activas en su formación carmelitana, e involucrados en proyectos de servicio eclesial y social. El tiempo de covid ha sido ocasión para que ingresen en el mundo virtual para sus reuniones y formación continua. El rol de los laicos en la misión evangelizadora en la iglesia es espacio cada vez más importante por la disminución de vocaciones sacerdotales, tanto como diáconos permanentes, como en la animación litúrgica. Hay miembros que escriben libros sobre la orden, especialmente en chile. Para dar retiros a las monjas, a los frailes todavía no.
En Europa, varias circunscripciones están viviendo una reducción importante de sus miembros. Algunas de ellas han pedido colaboración a otras provincias de la Orden. ¿Cómo se puede trabajar mejor esta integración entre distintas realidades de la Orden y distintas culturas?
El tema de la colaboración interprovincial es muy importante en este contexto de la vida de la Orden.
Por una parte, hay signos positivos que ha abierto este tiempo no sólo por la debilidad numérica, sino por el valor de la multiculturalidad. Ha habido comunidades interprovinciales en el campo de la formación inicial con buenos resultados y otras experiencias ya tradicionales como en Monte Carmelo, Teresianum, Cites llevan ya tiempo funcionando. En estas experiencias en que se convoca para un proyecto específico, en que se involucran frailes que tienen una vocación para ese servicio, las experiencias han sido positivas.
Ha habido también experiencias cuyo proyecto es flojo, reducido a sólo mantener conventos. Otro elemento que no ha ayudado es cuando se centra en ayuda económica. Estas experiencias han dado resultados pobres en cuanto a falta de promoción de las vocaciones locales falta de inculturación en la zona, y en algunos casos se genera un sentido de patronazgo de la casa en que se está. Han sido experiencias que a largo plazo han fracasado. Un desafío es que los frailes que vienen a ayudar estén en disposición de ser transferidos individualmente a otras casas con el fin de ser ayuda efectiva a la provincia a la que se va a servir.
Durante sus visitas pastorales se ha encontrado, además de los religiosos carmelitas, como muchas personas necesitadas. ¿Nos puede compartir alguna experiencia que le ha marcado especialmente?
Una tarde iba caminando alrededor del santuario de Auco en Chile, y una señora se acercó a mi para compartirme el gozo de que su nieto había sanado tras haber pedido a Dios por intercesión de Santa Teresa de los Andes. La emoción de gozo agradecido me impresionó, justamente en el contexto de la iglesia chilena en general desprestigiada, sin embargo, el santuario de Auco, con su espacio de oración de intercesión es fuente de vida y de paz para los orantes.
Gracias hermano por compartir con LOM estas interesantes reflexiones. Seguimos orando y colaborando con la Orden.
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P. Martín, en este tiempo que lleva como Definidor General para América Latina, ha podido visitar varios países para acompañar a nuestros hermanos. Usted es mexicano y ha trabajado, especialmente, en su país. ¿Cuál ha sido la primera impresión general que le ha causado la realidad de la Orden en América Latina?
Jesús contigo, fr. Jon Korta. A partir de septiembre del 2021 efectivamente he recibido la gracia de iniciar este servicio de acompañamiento al gobierno general de la Orden, y he podido acompañar al comisariato de Chile, la provincia de Brasil Sur, la delegación general de Venezuela y el comisarito de Perú.
Efectivamente soy fraile mexicano y he trabajado en la formación inicial, en el magisterio, aunque tuve la oportunidad de servir como prior un trienio en la comunidad de Alba de Tormes Salamanca de la provincia de Castilla.
Como impresión general de las visitas a la familia de Carmelo en América Latina me ha impresionado el proceso de debilidad numérica de las comunidades de hermanos y hermanas que se esfuerzan por seguir dando una respuesta en las diversas comunidades que sirven.
Uno de los países que está sufriendo las consecuencias de una inestabilidad política y social es Venezuela. Según varias agencias internacionales, millones de personas han abandonado el país en estos últimos años. ¿Cómo afecta esta situación a la vida de nuestra Delegación General?
La cuestión de la migración social efectivamente es una realidad dolorosa que lleva ya mucho tiempo que se ha ido dando, en una especie de tres grandes olas, empezando por la clase social más acomodada hacia abajo.
La migración afecta a la sociedad porque crea una ruptura en las familias, y como siempre los niños son los más afectados, quienes se sienten abandonados por sus padres, aunque se les explique que es por un tiempo, que es para buscar mejores condiciones de vida, ellos lo viven como abandono. Los abuelos son en general los que se quedan a cuidar de ellos. Por otra parte, trae el efecto de las remesas que ayudan al sostenimiento de la familia que se queda en Venezuela.
La familia carmelita de la Delegación, padece este fenómeno de manera directa en los miembros de los grupos pastorales; en los destinatarios del servicio pastoral y en la promoción vocacional.
Yo como migrante que viví ocho años de niño en Los Ángeles (California), les he bendecido y exhortado a seguir buscando formas creativas para incluir a los miembros migrantes, pues sin duda, que la pertenencia aporta una fuerza de sostenimiento cuando se vive fuera de la propia patria.
Afecta a las personas a favor de quienes se trabaja, en especial en la escuela primaria que está a cargo de la dirección de los frailes en la ciudad de Caracas, pues afrontan de primera mano el impacto de la migración en los niños y adolescentes. La respuesta de entrenamiento a los profesores, de acompañamiento es respuesta digna de apreciar y animar, pues los salarios que reciben están por debajo de un salario mínimo suficiente para cubrir sus necesidades.
Los efectos de la migración se afectan también a la promoción vocacional porque los jóvenes a quienes se acompaña, son personas que tienen que trabajar además de estudiar, para solventar sus estudios y ayudar a sus familias por lo cual les queda tiempo muy limitado para seguir un proceso de acompañamiento vocacional
Otro país que también requiere nuestra atención es Cuba donde el régimen actual ha llevado a la población a una situación de pobreza importante. En estos meses hemos leído que nuestras hermanas carmelitas tienen serias dificultades para conseguir trigo para la elaboración de formas. ¿Cómo ve allí la situación tanto del país como de la Orden?
Entrando ya en un análisis más específico de la vida de la Orden, observamos que en tiempos pasados hubo bastantes más frailes de la Orden que ahora: hacia el 1985 había unos 750 frailes, ahora hay unos 474 ¿Cuáles son los factores que están llevando a esta reducción?
Sí, es un hecho la disminución de frailes en América Latina, y las causas son falta de ingreso de candidatos, deserciones, exclaustraciones y defunciones.
Entre los varios factores que condicionan de manera limitante el descubrimiento y florecimiento de una vocación religiosa carmelitana que más se sienten en AL tenemos; aspectos económicos, familiares en especial la falta de una figura paterna, culturales en cuanto a falta de formación cristiana, una necesidad de seguridad que cristaliza en actitudes y mentalidades de quien ya cree saber lo que es ser fraile carmelita y no se está en disposición de ingresar en un proceso de transformación de ideas, actitudes, mentalidades, intereses.
Las diversas circunscripciones son sensibles a las carencias con que ingresan los candidatos y se incluyen en programa formativo, y respecto a la necesidad de promoción vocacional se dedican esfuerzos a la pastoral juvenil y vocacional, en algunas regiones afrontado junto con las descalzas y miembros de la OCDS como en Venezuela y Brasil Sur.
El tema de las deserciones de frailes tanto en la formación inicial como en los frailes recién profesos solemnes es realidad también dolorosa que está siendo objeto de reflexión, introspección, autoanálisis, para ajustar la formación inicial y el acompañamiento a los recién profesos. Algunas causas identificadas de deserciones son a nivel de las personas mismas, de los superiores, así como de las comunidades locales.
Cuando hablamos de las vocaciones también tenemos que abordar la formación inicial, tan importante en estos tiempos. ¿Cómo está organizada la formación inicial, a nivel de la Orden, en América Latina?
Las etapas de formación inicial están organizadas según nuestra Ratio Institutionis en aspirantado (realizado estando en casa de la familia), postulantado, noviciado, filosofado y teologado. A partir de ahí, se han realizado ajustes, con el deseo de atender los desafíos que presentan los jóvenes actuales en cuanto a desarrollo humano y formación cristiana:
En algunas circunscripciones el aspirantado se realiza en el convento, el postulantado incluye un tiempo de clases de desarrollo humano y cristiano, junto con la etapa del filosofado, después el noviciado y luego el teologado. Otra realidad creciente son las etapas de noviciado y teologado realizados de manera interprovincial, o de manera colaborativa.
En América Latina existe las CICLAS que reúnen a las circunscripciones de la Orden ¿Cómo están organizadas en la actualidad? ¿Qué países abarca cada una de ellas?
La Cicla (Conferencia Interregional Carmelitano-Teresiano para Latinoamérica) nacida en el 23 julio 1969, abarca las Cicla Norte (Provincias de México, Centro América, Delegación General de Venezuela y Comisariato de Caribe); Cicla Centro (Provincia de Colombia, Delegación Provincial de Ecuador y Comisariato de Perú); Cicla Sur (Delegación de Argentina, Comisariato de Chile, Provincia de Brasil Sur, Brasil Sureste y Vicariato regional de Uruguay-Paraguay-Bolivia).
En la última reunión de la Cicla en Ciudad de México en abril pasado se ha acordado dividir en comisiones: de comunicación, espiritualidad y pastoral, así como la creación de un equipo de reflexión teológica con dos frailes por circunscripción. Para dar continuidad a los encuentros y actividades de la Cicla; encuentros cicla regionales; monjas frailes; párrocos; hermanos religiosos laicos; Alacar (OCarm-OCD); encuentros de espiritualidad; formandos; Segundo Noviciado.
Leyendo las noticias que comparten nuestros hermanos, observamos con alegría que existe una relación muy fraterna entre los hermanos y las hermanas carmelitas descalzas. ¿Nos puede decir algo sobre esta situación? ¿Cómo están ellas a nivel vocacional?
La relación de los frailes con las monjas carmelitas descalzas es muy positiva, a nivel fraterno, de ayuda material mutua y formación continua. Cada circunscripción cuenta con un asesor, y los frailes que están establecidos en la misma ciudad en general son sus capellanes. Los monasterios de las monjas en general son dos o tres veces más que los conventos de frailes, por lo cual nace un desafío de atender a los monasterios que están ubicados en lugares más lejanos.
Respecto a cómo están las carmelitas descalzas tenemos que numéricamente también están en proceso de disminución si bien a un ritmo menor que al de los frailes.
Una realidad bella es que en varios monasterios de clausura hay espacios de proyectos sociales, como comedores públicos. Por ejemplo, las descalzas nazarenas del Perú que dan alimento diario para 500 personas.
Existe también buena relación con las monjas de constituciones del 1990 y de la tercera vía. En algunas regiones se ve cada vez mayor el paso hacia las constituciones del 1991.
No podemos olvidarnos de la Orden Seglar que tienen muchas comunidades y muy vivas en el continente Latinoamericano. ¿Qué piensa de ellas? ¿Qué papel deben jugar en la Evangelización de sus pueblos?
Los miembros de la OCDS que he tenido ocasión de conocer en las visitas es de personas activas en su formación carmelitana, e involucrados en proyectos de servicio eclesial y social. El tiempo de covid ha sido ocasión para que ingresen en el mundo virtual para sus reuniones y formación continua. El rol de los laicos en la misión evangelizadora en la iglesia es espacio cada vez más importante por la disminución de vocaciones sacerdotales, tanto como diáconos permanentes, como en la animación litúrgica. Hay miembros que escriben libros sobre la orden, especialmente en chile. Para dar retiros a las monjas, a los frailes todavía no.
En Europa, varias circunscripciones están viviendo una reducción importante de sus miembros. Algunas de ellas han pedido colaboración a otras provincias de la Orden. ¿Cómo se puede trabajar mejor esta integración entre distintas realidades de la Orden y distintas culturas?
El tema de la colaboración interprovincial es muy importante en este contexto de la vida de la Orden.
Por una parte, hay signos positivos que ha abierto este tiempo no sólo por la debilidad numérica, sino por el valor de la multiculturalidad. Ha habido comunidades interprovinciales en el campo de la formación inicial con buenos resultados y otras experiencias ya tradicionales como en Monte Carmelo, Teresianum, Cites llevan ya tiempo funcionando. En estas experiencias en que se convoca para un proyecto específico, en que se involucran frailes que tienen una vocación para ese servicio, las experiencias han sido positivas.
Ha habido también experiencias cuyo proyecto es flojo, reducido a sólo mantener conventos. Otro elemento que no ha ayudado es cuando se centra en ayuda económica. Estas experiencias han dado resultados pobres en cuanto a falta de promoción de las vocaciones locales falta de inculturación en la zona, y en algunos casos se genera un sentido de patronazgo de la casa en que se está. Han sido experiencias que a largo plazo han fracasado. Un desafío es que los frailes que vienen a ayudar estén en disposición de ser transferidos individualmente a otras casas con el fin de ser ayuda efectiva a la provincia a la que se va a servir.
Durante sus visitas pastorales se ha encontrado, además de los religiosos carmelitas, como muchas personas necesitadas. ¿Nos puede compartir alguna experiencia que le ha marcado especialmente?
Una tarde iba caminando alrededor del santuario de Auco en Chile, y una señora se acercó a mi para compartirme el gozo de que su nieto había sanado tras haber pedido a Dios por intercesión de Santa Teresa de los Andes. La emoción de gozo agradecido me impresionó, justamente en el contexto de la iglesia chilena en general desprestigiada, sin embargo, el santuario de Auco, con su espacio de oración de intercesión es fuente de vida y de paz para los orantes.
Gracias hermano por compartir con LOM estas interesantes reflexiones. Seguimos orando y colaborando con la Orden.